Una propiedad única a sólo unos cientos de metros del famoso pueblo blanco de Mijas, a poca distancia de las tiendas locales, restaurantes y supermercados. Situado en un lugar realmente magnífico en el límite de una de las urbanizaciones más cotizadas que rodean el pueblo blanco de Mijas, vecino a un gran bosque de pinos en un entorno de total privacidad. Esta propiedad de dos niveles ha sido recientemente reformada por completo, manteniendo el diseño original andaluz pero con un interior completamente moderno. El camino de entrada con garaje conduce a una zona de aparcamiento privado para varios coches. Al entrar en la propiedad, uno es recibido por un gran salón de planta abierta con una gran cantidad de vidrio y mucha luz natural. Hay varios salones y una hermosa cocina familiar italiana de planta abierta con todos los electrodomésticos modernos. Subiendo unos escalones se llega a un gran vestidor con un dormitorio y un baño de planta abierta y un despacho privado. El otro lado de la propiedad ofrece un espacio privado para los huéspedes y otro moderno baño recién equipado. Hay un montón de espacio de la terraza exterior y una gran piscina privada, orientada al sur disfrutando de hermosas vistas a la costa y el mar.

Una de las joyas de la Costa del Sol es el precioso pueblecito de Mijas, que se encuentra cómodamente enclavado en la ladera de la montaña a 428 metros sobre el nivel del mar; es una magnífica opción tanto para pasar las vacaciones como para vivir a tiempo completo. De los 7.500 habitantes, hay tantos residentes extranjeros y de habla inglesa en el pueblo y sus alrededores que el Ayuntamiento cuenta con un Departamento de Extranjería muy útil, que atiende las numerosas necesidades de quienes no hablan español. Cuando se pasea por las estrechas calles empedradas de este pueblo andaluz, se entiende lo que ha atraído a los extranjeros a establecerse aquí a lo largo de los años. Muchos artistas y escritores han hecho de ella su hogar, disfrutando de las ventajas de un excelente clima durante todo el año, sin formar parte de las ciudades costeras más concurridas y comerciales que se encuentran a sólo 7 kilómetros por la ladera de la montaña. A pesar de su enorme popularidad entre los turistas, Mijas Pueblo ha conseguido conservar gran parte de su estilo de vida tradicional andaluz, con sus habitantes mostrando su descarada pasión por todo lo festivo y una inconfundible y relajada actitud de «mañana» ante cualquier cosa que pueda dejarse para otro día.